Una tragedia conmocionó el pasado sábado a la ciudad de Vancouver, Canadá, cuando un vehículo embistió a decenas de personas que asistían a un festival callejero. El saldo del atropello masivo fue de once víctimas fatales, entre ellas tres colombianos de una misma familia: Daniel Samper, su esposa Glitza María Caicedo (conocida como Bachita) y su hija Glitza Daniela Samper (Nena).
Los hechos ocurrieron durante el festival Lapu Lapu, de la comunidad filipino-canadiense. Según testigos, un conductor irrumpió en la zona peatonal con una SUV negra marca Audi, acelerando a gran velocidad y arrollando a los asistentes. El presunto responsable fue identificado como Kai-Ji Adam Lo, un hombre de 30 años con antecedentes de trastornos mentales, quien fue detenido poco después.
Alejandro Samper, único hijo sobreviviente de la familia, relató a medios locales el profundo dolor que enfrenta tras perder a sus padres y hermana. “Me han arrebatado todo mi mundo”, expresó conmovido. Según dijo, la familia emigró a Canadá a inicios de los años 2000 buscando escapar de la violencia en Colombia.
El joven ha iniciado una campaña en la plataforma GoFundMe para cubrir gastos asociados a la tragedia, la cual ya ha superado los 140 mil dólares canadienses. En el sitio, los organizadores resaltan el amor y el sacrificio de esta familia migrante que había buscado un futuro seguro y próspero en Canadá.
El alcalde de Vancouver, Ken Sim, declaró que el ataque no está siendo tratado como un acto terrorista, pero sí expuso la gravedad de la crisis de salud mental en la ciudad. “No solo es una crisis de salud. Es una crisis de seguridad”, señaló.
Este trágico hecho enluta a comunidades de diferentes orígenes y ha generado una ola de solidaridad en Vancouver, donde se han instalado memoriales improvisados con flores y mensajes en honor a las víctimas.
