La noche de este miércoles 21 de mayo trajo alivio y esperanza a la familia Hortúa: fue confirmada la liberación de Lyan José, el menor de 11 años que había sido secuestrado el pasado 3 de mayo en Jamundí, Valle del Cauca, por integrantes de la disidencia Jaime Martínez de las Farc.
La noticia fue ratificada por las autoridades, quienes además indicaron que el menor ya se encuentra bajo observación médica y psicológica en la Clínica Valle del Lili de Cali. Su familia, que durante casi tres semanas sostuvo una intensa campaña de visibilización, finalmente pudo abrazarlo.
Joshua Suárez, padrastro del niño, dio declaraciones en las que relató entre lágrimas lo que le dijo el menor en los primeros minutos del reencuentro. “Me miró y me dijo: ‘Papá, ¿por qué me pasó esto?’. Y lo abracé fuerte. Le dije que ya estaba a salvo, que todo había terminado”, expresó conmovido.
Lyan fue secuestrado por hombres armados que lo sacaron descalzo y sin camiseta de su casa. A la niñera y a otras mujeres les cubrieron el rostro con bolsas negras. Posteriormente, la mujer fue dejada en libertad, pero no se supo más del niño hasta su liberación.
Las autoridades mantienen una recompensa de 400 millones de pesos por alias ‘Oso Yogui’ y otros cabecillas de la estructura delincuencial. También se emitieron órdenes de captura contra tres responsables directos del secuestro.
La Procuraduría General activó una agencia especial para acompañar el proceso penal, y diversas organizaciones civiles han reiterado su llamado a proteger a los menores en zonas afectadas por el conflicto.
El caso ha generado gran conmoción nacional. Hoy, con Lyan sano y salvo, la familia insiste: “Esto no puede repetirse”.