Una trágica noticia conmueve a Brasil y al mundo. Juliana Marins, una joven turista brasileña de 27 años, perdió la vida tras caer al cráter del monte Rinjani, un volcán activo de más de 12.200 pies de altura en Indonesia.
El accidente ocurrió cuando Marins se encontraba de excursión con un grupo de amigos. En un descuido, resbaló y terminó en el interior del volcán. La inestabilidad del terreno, compuesto por arena volcánica muy suave, impidió que lograra subir por sus propios medios.
Durante tres días permaneció atrapada, sin poder salir, mientras los equipos de rescate enfrentaban severas dificultades para llegar hasta ella debido a lo extremo del terreno y las condiciones climáticas adversas.
Finalmente, este miércoles, los rescatistas lograron alcanzar el punto donde se encontraba Juliana. Sin embargo, su cuerpo ya no mostraba signos vitales.
“Con gran tristeza os informamos que Juliana no sobrevivió. Hoy el equipo de rescate logró llegar hasta ella”, publicó su familia a través de redes sociales.
El caso ha generado conmoción internacional y ha abierto nuevamente el debate sobre los riesgos del turismo extremo y la necesidad de reforzar medidas de seguridad en este tipo de excursiones.