La desaparición de Neydi Juliana Londoño Maya, reportada por su familia desde el pasado domingo, terminó en tragedia. Su cuerpo fue hallado en el sector de Boquerón, zona rural entre Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal, Risaralda. La ubicación se dio tras la confesión de su compañero sentimental, quien le reveló el crimen a su padre. Él mismo condujo a las autoridades hasta el lugar, donde había ocultado el cuerpo entre cobijas, un colchón y una maleta, en medio de la vegetación.
La víctima, de 33 años, convivía con el presunto agresor en el barrio Divino Niño. Según testimonios de vecinos, la noche previa al crimen se escuchó una fuerte discusión. La relación, según familiares, era conflictiva, aunque no había denuncias previas. El capturado tenía tiquetes listos para abandonar la ciudad, pero fue detenido a tiempo gracias al valor cívico del padre.
La Sijín se encargó del levantamiento del cuerpo y las diligencias judiciales. El sujeto fue puesto a disposición de la Fiscalía por el delito de feminicidio agravado.