Un crimen estremeció a la comunidad: Felipe Hernández, comerciante de 65 años y padre de cuatro hijos, murió tras ser agredido brutalmente dentro de su tienda de ropa de lujo por dos de sus hijos, un hombre de 35 años y una mujer de 31.
El ataque, ocurrido el 19 de julio y registrado por cámaras de seguridad, muestra cómo los agresores lo tiraron al suelo y lo golpearon repetidamente hasta dejarlo ensangrentado. Felipe alcanzó a salir tambaleante a la calle y gritó: “Me han pegado mis hijos”, antes de colapsar y morir minutos después.
Su hermano, José Hernández, reveló que Felipe había denunciado 12 veces a sus hijos por amenazas, robos y agresiones, pero nunca recibió protección efectiva. El conflicto familiar se habría intensificado por una nueva relación sentimental de la víctima, situación que, según sus allegados, desató hostilidad en sus hijos.
Las autoridades investigan mientras la sociedad exige justicia por un crimen que expone años de violencia intrafamiliar ignorada.
