Una pareja que se hospedaba en un chalet de Turbaco denunció haber hallado una cámara camuflada en un ambientador dentro de la sala. Tras viralizar el caso en TikTok, a el establecimiento admitió la existencia del dispositivo, pero negó espionaje: aseguró que solo estuvo en un área social y con fines de seguridad.
El propietario lamentó el malentendido y anunció que retirarán todos los equipos internos, manteniendo únicamente cámaras externas. La denuncia desató indignación en redes y abrió un debate sobre los límites entre la vigilancia y la privacidad en alojamientos turísticos en Colombia.