Un voraz incendio arrasó con una plaza comercial en Culiacán, Sinaloa, dejando graves daños materiales y afectando a varias personas. El siniestro inició en un negocio de trampolines, donde trabajos de soldadura generaron chispas que alcanzaron materiales inflamables, propagándose rápidamente al Casino Royal Yak y otros establecimientos.
Las llamas obligaron a evacuar a empleados, estudiantes de un kínder cercano y trabajadores de agencias automotrices en la zona. Incluso el Congreso del Estado tuvo que suspender temporalmente su sesión por la interrupción del suministro eléctrico.
El saldo del incidente incluyó una persona con quemaduras, dos con crisis emocionales y tres bomberos que sufrieron intoxicaciones y agotamiento durante las labores de rescate. A pesar de los esfuerzos de los equipos de emergencia, las instalaciones del casino colapsaron por completo, dejando la zona reducida a cenizas.