En una muestra de fe y tradición, la comunidad cartagüeña acompañó con respeto y recogimiento la procesión de Cristo atado a la columna. Las calles del municipio se llenaron de silencio, oración y fervor, en una noche marcada por la espiritualidad y el simbolismo de este día sagrado.
El evento religioso fue apoyado por la administración municipal que hizo presencia con varios miembros del gabinete, encabezado por el mandatario Juan David Piedrahíta durante todo el recorrido.