Miles de trabajadores mexicanos y latinos decidieron no asistir a sus empleos en Estados Unidos tras la llegada de Donald Trump a la presidencia y la implementación de políticas migratorias percibidas como hostiles. Esta protesta busca visibilizar su importancia y rechazar el hostigamiento.
Sectores clave como construcción, agricultura, manufactura y servicios han reportado una notable disminución en la mano de obra, evidenciando el rol fundamental de los migrantes en la economía estadounidense.