El caso de Paloma Nicole Arellano, adolescente de 14 años que falleció en Durango el pasado 20 de septiembre, conmociona a México. Según denunció su padre, la joven fue sometida a una cirugía estética implantes mamarios realizados el 12 de septiembre en una clínica privada sin su conocimiento y únicamente con el consentimiento de la madre, pareja del cirujano.
Días después de la intervención, Paloma presentó complicaciones graves y permaneció en coma inducido durante una semana, hasta su fallecimiento. Su padre afirma que descubrió los implantes en el funeral y exige justicia: “Se debe investigar al doctor, la madre, el hospital y a todos los implicados en este encubrimiento”.
La Fiscalía de Durango confirmó que el caso está bajo investigación por presunta omisión de cuidados y posible homicidio culposo por mala praxis. El cuerpo fue remitido al Hospital 450 para necropsia, cuyos resultados podrían tardar hasta 20 días.
Aunque la Secretaría de Salud informó que la clínica contaba con permisos legales, las denuncias familiares abren un debate sobre ética médica, responsabilidad parental y controles en procedimientos estéticos en menores de edad.
