La trágica muerte de Kim Gómez ha conmocionado a Argentina. La niña de 7 años fue brutalmente arrastrada por más de 15 cuadras tras el robo del auto en el que viajaba. El crimen ha generado indignación y un fuerte clamor de justicia.
Todo ocurrió la noche del martes 25 de febrero, cuando su madre se detuvo en un semáforo en La Plata. Dos adolescentes armados, de 14 y 17 años, la obligaron a bajar del Fiat Palio sin notar que la niña seguía dentro.
Testigos aseguran que, al verla, intentaron arrojarla del vehículo, pero quedó atrapada con el cinturón de seguridad. Fue arrastrada a alta velocidad mientras los ladrones huían. Pese a los gritos de los vecinos, los delincuentes no se detuvieron.
Finalmente, abandonaron el auto y escaparon. Horas después, la Policía capturó al joven de 17 años en la casa de su abuela, mientras que el de 14 fue entregado por su propio padre.
“Enfrenten mi dolor”
Marcos Gómez, padre de Kim, expresó su angustia y pidió justicia. También desafió a las familias de los agresores:
“Quiero que me miren a la cara y sean sinceros. Enfrenten mi dolor. Vayan al cementerio y den la cara para despedir a mi hija.”
Kim era una niña llena de sueños. Su padre la describió como “inocente, ordenada y con muchos amigos”. La inscribieron en gimnasia para ofrecerle un mejor futuro.
Su muerte ha enlutado al país, que hoy clama justicia por Kim Gómez.