Más de 90 colombianos deportados desde Estados Unidos llegaron esta mañana al Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam) en Bogotá, a bordo de un Boeing 737-700 de la Fuerza Aeroespacial Colombiana. El vuelo partió desde la base militar Biggs Army Airfield en El Paso, Texas.
El proceso ocurre luego de un fin de semana marcado por tensiones diplomáticas. Inicialmente, el presidente Gustavo Petro rechazó recibir a los deportados, denunciando malos tratos y exigiendo condiciones más humanas. Sin embargo, ambos gobiernos alcanzaron un acuerdo que incluyó nuevos protocolos humanitarios.
Petro resaltó el cambio en el procedimiento: “Hoy nuestros connacionales viajan libres, dignos y sin esposas”. Las medidas temporales que Estados Unidos había impuesto, como sanciones de visa y mayores controles fronterizos, quedaron suspendidas tras la llegada de este primer grupo.
Este hecho marca un cambio en las relaciones bilaterales y en el manejo de las deportaciones masivas, tema que continuará bajo observación por parte de ambas naciones.