Lo que debía ser una investigación por un robo en Calarcá terminó convertido en una pesadilla para Andrea Castañeda Alfonso, quien fue vinculada a un proceso penal a pesar de que nunca ha estado en ese municipio.
La confusión se originó a partir de un video del hurto en el que aparecía una mujer. Con esas imágenes, las autoridades armaron un álbum fotográfico usando fotos tomadas de redes sociales. Un investigador señaló a Andrea solo porque compartía nombre con otra persona, sin verificar rasgos físicos ni identidad.
El error la llevó a enfrentar una acusación formal, restricciones para salir del país, limitaciones sobre sus bienes y la carga emocional de ser señalada como delincuente injustamente, incluso frente a su hija.
Sin embargo, posteriores análisis morfológicos y fotográficos confirmaron notorias diferencias entre Andrea y la mujer del video, descartando cualquier vínculo. Con esas pruebas, la Fiscalía retiró el escrito de acusación y presentó la preclusión del proceso, cerrando definitivamente el caso.
La defensa de Andrea anunció que adelantará acciones legales contra el Estado por los daños causados, al considerar que la equivocación afectó gravemente su buen nombre y su vida familiar.
