La Asociación Sindical de Agentes de Tránsito de Cali (Asagentran) denunció que la administración municipal estaría obligando a los funcionarios a “cazar infractores” en lugar de regular la movilidad y educar a los ciudadanos. Según el sindicato, incluso se les exige cumplir una cuota de comparendos, lo que ha generado un aumento en la presión laboral y las agresiones contra los agentes.
“Asagentran denuncia que los agentes han sido convertidos en una ‘máquina de recaudo’, donde la prioridad no es la seguridad vial, sino el dinero de las sanciones”, señala un comunicado emitido por el sindicato.
Las quejas coinciden con el aumento de operativos en la ciudad, que han generado más de 80.000 comparendos en lo que va del año. De hecho, en 2024 se registró el mayor número de inmovilizaciones en seis años, con más de 45.000 vehículos retenidos.
El secretario de Movilidad, Gustavo Orozco, negó las acusaciones y aseguró que no existen cuotas de comparendos. “No puedo entender cómo una actividad que hace parte del manual de funciones de los agentes de tránsito se constituye en acoso laboral”, afirmó.
Pese a la respuesta oficial, la denuncia ha encendido el debate sobre la presión a los agentes de tránsito y la supuesta transformación de su labor en un modelo de sanción masiva.