Lo que debía ser una escapada tranquila en Turbaco, Bolívar, terminó en polémica nacional. Una pareja denunció haber encontrado una cámara oculta en lo que parecía un ambientador dentro de la sala de un chalet turístico. El caso se viralizó en TikTok y abrió un debate sobre la seguridad y la intimidad de los huéspedes.
Según los visitantes, durante su estancia notaron irregularidades en un aparato conectado a la corriente y con adhesivos que impedían manipularlo. Al inspeccionarlo, hallaron en su interior una cámara de pequeñas dimensiones.
Inicialmente, el personal del establecimiento les dijo que se trataba de un “sensor averiado” y les sugirió desconectarlo. Sin embargo, tras abrir el dispositivo, confirmaron que era una cámara.
La denuncia encendió la indignación en redes sociales, obligando al chalet a dar explicaciones. En un comunicado, el propietario reconoció la existencia del dispositivo, pero aseguró que solo estuvo ubicado en la sala, considerada un área social, y que jamás fue usado para registrar la intimidad de los visitantes. “En algún momento funcionó con fines de seguridad, pero nunca para violar la privacidad. Lamento profundamente lo ocurrido”, señaló.
El establecimiento anunció que retirará todos los dispositivos internos y mantendrá únicamente cámaras externas para garantizar seguridad. El caso ha desatado un debate más amplio sobre los límites entre la vigilancia y la protección de datos personales en alojamientos turísticos.
